La oscuridad no se ilumina, se desnuda lenta y deliciosamente con la punta de los dedos, se alumbra con una sonrisa indolente, inesperada y sincera, se rompe la penumbra con las luces de nuestros propios latidos, se descubre el camino a medida que nuestros pasos, nuestros triunfos y nuestras derrotas despejan las sombras.
Luis

lunes, 9 de enero de 2012

Todo

Lo que soy. Lo que eres. Lo que somos. Todo lo que existe, todo lo que se interpone, todo lo que mueve la sangre por mis venas. Todo lo que está por decir... no es más que una parte de mi propio yo, la parte que te cedo, la parte que tu voluntad puede destruir.

Todo lo que está escrito... no es ni tan siquiera el resquicio que se cuela por los goznes de la puerta que no te atreves a abrir.

Justificar a ambos lados

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